La reconocida cantante londinense Adele le compró la mansión en Beverly Hills al actor Sylvester Stallone. Luego de la operación, ella remodeló la propiedad y no perdió esfuerzo -ni dinero- en los trabajos realizados en la misma. Sin embargo, según “The Daily Mail”, un detalle llama la atención: la cantante, que pagó US$58 millones por la casa, conservó en su lugar la estatua de Rocky, uno de los personajes más famosos del cine que interpretó su antiguo dueño.